Trabajamos en este sector, lo regulamos, le destinamos recursos económicos, humanos y materiales, pero ¿sabemos realmente en qué consiste un buen servicio público? En este artículo te compartimos unos ejemplos para esclarecer este concepto tan utilizado en la jerga política.
Origen
Como su nombre lo establece, el concepto Servicio Público parte de las acciones que un Estado realiza para satisfacer las necesidades de sus habitantes. Más concretamente, se requiere de un extenso conjunto de funcionarios públicos que se ocupen de llevar a buen término las exigencias del ciudadano. Dichos funcionarios se dividen en grupos o áreas específicas, por ejemplo:
1.- Servicios de Distribución de Electricidad
2.- Organismos Operadores de Agua Potable
3.- Servicios de Transporte Público
4.- Recolección y Gestión de Residuos
5.- Educación Pública
6.- Servicio Militar
Un buen Servicio Público
Sin embargo, no todo se limita a dar resultados y rendir cuentas. Un buen Servicio Público se enfoca en lo que el ciudadano verdaderamente requiere. Para esto, primero se debe escuchar directamente a la población.
Generalmente, lo que se lleva a cabo hoy en día son obras que se solicitan, pero no necesariamente son la prioridad de los habitantes. Por ejemplo, se desarrollan programas de pavimentación cuando las familias «beneficiadas» preferirían recibir becas de Transporte para que sus hijos puedan asistir al colegio. Del mismo modo, se construyen casas para comunidades que antepondrían la construcción de una capilla donde congregarse.
De esta manera nos damos cuenta que es imprescindible dar resultados en nuestro Servicio Público, pero es imperativo replantear cómo estamos recolectando las «necesidades del ciudadano» y si verdaderamente se están cumpliendo sus demandas y prioridades, pues es ahí donde reside la diferencia entre un Servicio Público bueno y otro memorable.
Referencias:
- Definicion.de. Autores: Julián Pérez Porto y María Merino. Publicado: 2014. Actualizado: 2016. Sitio web (http://definicion.de/servicio-publico/)